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Oct 21, 2023

Es probable que el subsidio de la planta de baterías de Stellantis supere al de Volkswagen

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Es probable que Stellantis NV reciba más subsidios para una nueva planta de baterías para vehículos eléctricos en Canadá que los 13.000 millones de dólares canadienses (9.500 millones de dólares) que obtuvo Volkswagen AG para un proyecto similar, según un experto que ha analizado las cifras.

Stellantis y el socio surcoreano LG Energy Solution Ltd. anunciaron la fábrica en Windsor, Ontario el año pasado, pero detuvieron la construcción mientras negocian más ayuda financiera del gobierno del primer ministro Justin Trudeau. Las empresas buscan el equivalente a lo que recibirían en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación si ubicaran la planta en EE. UU.

Eso significa que el precio de la planta para Canadá puede alcanzar los 19.000 millones de dólares canadienses en una década, dijo el profesor de la Universidad Johns Hopkins, Bentley Allan, incluso más que el paquete que Canadá firmó para atraer a Volkswagen.

"Eso es exactamente lo que dicen las matemáticas", dijo en una entrevista Allan, un politólogo que ha estudiado la Ley de Reducción de la Inflación y cómo se comparan los subsidios con la política canadiense. "Si tomas los anuncios públicos de Stellantis y los calculas por el valor total de la IRA para células y módulos, obtienes 19.000 millones de dólares canadienses".

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Pero hay factores que pueden permitir que Canadá reduzca el costo, dijo Allan. Por ejemplo, una medida presupuestaria reciente del ministro de finanzas de Trudeau para crear créditos fiscales a la inversión ayudará a compensar los costos de equipo para la fábrica.

La razón por la que las plantas son tan caras es que la legislación estadounidense promulgada por el presidente Joe Biden el verano pasado ofrece subsidiar la producción de celdas de batería, no solo los costos de capital de construir y equipar una nueva planta.

Aunque la instalación de Stellantis-LG sería más pequeña que la planta de Volkswagen propuesta a plena capacidad, las compañías planean comenzar la producción el próximo año, tres años antes de la fecha de inicio proyectada de Volkswagen de 2027 para su instalación en St. Thomas, Ontario.

Dependiendo de la rapidez con la que el gigante automotriz alemán construya su planta completa, Volkswagen puede tardar años en superar a Stellantis en la producción de fábrica, dijo Allan. La Ley de Reducción de la Inflación comienza a eliminar gradualmente sus subsidios a las plantas de baterías en 2030 y los elimina por completo para 2033, aunque las futuras administraciones podrían cambiar ese cronograma.

El acuerdo de Volkswagen ha recibido críticas de algunos economistas en Canadá, dada la estimación de costos de 10 años. Sin embargo, la mayoría de la población lo apoya, según una encuesta reciente de Nanos Research para Bloomberg News.

No está claro cómo vería el público canadiense un segundo acuerdo con un fabricante de automóviles que es aún más caro.

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El precio abultado puede explicar por qué el gabinete de Trudeau ha discutido con el gobierno de Ontario sobre cuánto está contribuyendo este último al proyecto Windsor, que se espera que cueste 5.000 millones de dólares canadienses.

Los portavoces del ministro de Industria canadiense, Francois-Philippe Champagne, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y Stellantis se negaron a comentar para esta historia.

Funcionarios de los gobiernos de Canadá y Ontario han dicho repetidamente que confían en llegar a un acuerdo para mantener la planta en Windsor, a pesar de las advertencias de Stellantis y LG de que están considerando sitios alternativos.

En abril, los directores ejecutivos de las dos empresas enviaron una carta a Trudeau en la que indicaban que su gobierno se había comprometido por escrito a igualar los incentivos de la IRA, pero que aún estaban esperando la firma de un "acuerdo de contribución especial" finalizado en febrero. "La continua demora en la ejecución de este acuerdo está generando un riesgo significativo para el proyecto", dijeron.

Pero Stellantis también tiene un incentivo para quedarse con Canadá. La reubicación de la fábrica de 45 gigavatios-hora, que se supone que alcanzará su capacidad máxima para 2025, podría retrasar los planes para alcanzar a los rivales en la carrera de vehículos eléctricos e introducir más de 75 modelos totalmente eléctricos para 2030.

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Cuando se anunció la planta en 2022, los gobiernos provincial y federal comprometieron cerca de 1.000 millones de dólares canadienses en fondos públicos para costos de capital, según el primer ministro de Ontario y Canadian Press.

A pesar del costo para el tesoro de Canadá de competir con los EE. UU. en los subsidios a las plantas de baterías, Trudeau y Champagne han reflexionado públicamente que el país aún podría asegurar una o dos plantas de baterías de vehículos eléctricos más en el futuro cercano.